Haciendo lo correcto de manera equivocada

El capítulo 13 de 1 Crónicas me regaló varias enseñanzas de parte de Dios. Quisiera compartirlas con ustedes confiando en que el Señor les guiará en su crecimiento espiritual como lo está haciendo conmigo.

David se encontraba ya ungido como rey cuando tuvo la idea de retornar el Arca del Pacto a Jerusalén. Interesantemente, aún con esa relación tan cercana que tenía con Dios, decidió reunir a toda la asamblea para proponerles esta idea. Hasta acá todo parece ir de maravilla porque la asamblea aceptó y acordaron que se hiciera. Sin embargo, pensemos un momento: Dios ungió a David, el Arca del Pacto no era Dios sino el lugar que Dios había escogido para hablar con Israel, y Dios y David se entendían muy bien. Entonces, ¿por qué siendo rey decidió proponer la idea si esto sería agradable para Dios? A mi parecer, David no confió plenamente en Dios y quiso opinión de hombres, "no vaya ser y estuviera loco". Otra enseñanza acá es que en la actualidad hay mucha gente intentando tomar decisiones en las cosas santas, similar a una frase en inglés que es "too many cooks in the kitchen" (muchos cocineros en la cocina). Cada uno quiere tomar decisiones, pero no todas esas personas están preparadas espiritualmente para tomarlas. En muchas ocasiones, una decisión incorrecta terminará afectando a la iglesia y a las almas que dependen de ella.

Posteriormente, David reune a todo el pueblo de Israel para ir a recoger el Arca de Dios que estaba en la ciudad Quiriat Yearín de Judá. Montan el arca en una carreta nueva y empiezan a trasladarla, cometiendo así un grave error. En Números 4, Jehová les había dado instrucciones específicas a los Israelitas: el santuario (arca) debía ser tranportado por hombres, sobre los hombros. Y no debían tocarla. Lamentablemente, le tocó a Uza pagar los platos rotos cuando los bueyes que guiaban la carreta tropezaron. Uza tocó el arca con una mano para que no se desnivelara y cayera, entonces la ira de Dios vino sobre Uza y murió. Muy trágico y radical podría pensar usted. Pero es la Ley de Dios, Él ya había dado sus instrucciones e incluso nombrado a un linaje especial para cargar el arca sobre los hombros. Declararse en ignorancia o fingir demencia no funciona con Dios. Su Ley y su Palabra siempre se cumplen. Un ejemplo actual es cuando ponemos nuestras manos en asuntos que no debemos, aunque nuestras intenciones sean buenas. Queremos contribuir con la obra de Dios, participar aquí y allá con gran ánimo, pero haciéndolo contrariamente a la forma que Dios ordena. Este acto solamente puede impedir la bendición, la expansión de una iglesia, o un gran avivamiento: porque nos guiamos por méritos, por metas, por obra hecha, no por la voz ni el corazón de nuestro amado Abba. Al final nos damos cuenta que cualquiera que interfiera con la obra será apartado del camino.

Al seguir con el capítulo encontramos a un rey David molesto por lo sucedido. Claro, es humano y no comprende la mente ilimitada, ni la soberanía, ni la voluntad de Dios. Ninguno de nosotros las comprendemos en realidad. Tampoco recibimos bien la crítica en ocasiones. La muerte de Uza fue una crítica hacia el rey David, él había sido preparado y puesto como líder de la nación por Dios. Él debió tener en cuenta aquellas instrucciones dadas a sus antepasados. Le pregunto: ¿alguna vez ha intentado dar una critica constructiva, sugerir un cambio o prevenir de algo malo a un familiar, una amistad, un ser querido, o un líder, y esos comentarios han sido menospreciados o mal recibidos?. Posteriormente, al pasar el tiempo vemos las consecuencias y pensamos: "te lo dije". Cuando hacemos las cosas a nuestra manera y salen mal, le echamos la culpa a Dios hasta el punto de decir: "Entonces no era la voluntad de Dios que esto pasara (o no pasara)". Pero, ¿por qué esperamos que nuestro Jehová de los Ejércitos nos de la victoria si ni siquiera hacemos las cosas a Su manera?

Al final, David se sintió con temor de Dios por lo que había sucedido y no siguió con el plan. Dejó el arca en casa de Obed Edom, y el Señor bendijo a esta familia por tres meses. Imagino que David se desanimó también, y pensó que la tarea no era fácil como se lo esperaba. A muchos nos sucede esto también, dejamos esa carga y desistimos de los planes o nos enfocamos en nuevos para aliviar el camino. Jesucristo dijo "porque mi yugo es fácil, y ligera es mi carga" en Mateo 11:30. Un gran ejemplo a toda esta situación porque al buscar descanso en Él sabremos que esa carga sobre los hombros será fácil. Opino que el descanso no es solamente físico, sino total. Es colocar los planes sobre el altar de nuestro Padre, siguiendo los pasos de Jesús y recordando todo lo que Él nos ha enseñado (¡incluyendo no tocar lo Sagrado si no has sido designado para eso!). Procuremos siempre hacer lo correcto de manera correcta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Corazón Diferente: La soberanía de Dios y su propósito en cada persona

Obediencia y Santidad: Limpiando el corral